¿QUE ES EL DINERO FIAT?

El billete de banco, ese motor de la economía cafetera, ha cambiado un montón desde que se inventó y ahora es el que manda en el negocio del dinero en todo el mundo. Esa plata que sacan los bancos centrales no tiene valor por sí sola, ni está respaldada por cosas que uno pueda tocar como el oro o la plata; su valor viene de la fe que le tiene la gente y de que la economía del país esté firme.

La vuelta del billete de banco es un cuento largo de cómo se ha ido acomodando y cambiando con el tiempo. Desde los días de antes, cuando la gente pagaba con cosas como caracoles o maíz, hasta cuando llegaron los metales que brillan y que todo el mundo quería porque valían por sí solos. Pero eso era un rollo porque era difícil partirlos para pagar cosas chiquitas y pesaban mucho para llevarlos de un lado a otro, entonces se inventaron las monedas que representaban esos metales y después llegó el papelito que vale plata. La cosa se puso seria en 1971, cuando el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, dijo que el dólar ya no iba a estar amarrado al oro, y ahí empezó lo que llamamos billete de banco. Eso pasó porque ya no había suficiente oro para todo el dólar que había dando vueltas, sobre todo después de unos problemas grandes que hubo y una guerra mundial. Lo que hizo Nixon fue acabar con lo que se llamaba el sistema de Bretton Woods y puso el billete de banco como lo que se usa en todo el mundo para hacer negocios.

Hoy en día, el billete de banco es re importante en la economía de todo el mundo. Como todo el mundo lo acepta, hace más fácil hacer negocios y cambiar cosas y servicios entre países. También les da a los gobiernos y a los bancos centrales una manera de manejar la plata del país, y así pueden hacer cosas para controlar la inflación, el trabajo y otras cosas importantes de la economía. Aunque a veces trae problemas, como que pierde valor o que la plata vale menos, el billete de banco sigue siendo lo que más se usa para pagar, aunque ahora con las criptomonedas la gente está empezando a pensar si seguirá siendo así.

A diferencia de la plata que uno puede tocar y que vale por lo que es, la plata de 'mono' vale porque sí, porque la gente cree en ella y porque el gobierno dice que sí vale⁶. Desde tiempos de antaño, la plata ha cambiado mucho, pasando de ser cosas que uno valora, como el oro y la plata, a ser simplemente un papelito sin nada que lo respalde de verdad⁶.

El papelón de los bancos centrales con la plata de 'mono'

Los bancos centrales son los que mandan en el juego de la plata de 'mono', siendo los únicos que pueden sacar billete nuevo y asegurarse de que circule en el país. Estos manes controlan cuánta plata hay rodando, y con eso pueden jugar a subir o bajar los precios y mantener la economía en orden. Lo que hace que la plata de 'mono' valga es la fe. No está sostenida por vainas físicas, sino por la confianza que la gente tiene en que el gobierno no va a fallar. Esa fe hace que todo el mundo acepte esos papelitos para comprar y vender, aunque en el fondo no sean más que eso, papelitos

Pros:

1. Manejo bacano de la economía: La plata fiat le da la mano a los manes del gobierno y a los del banco central para mover la cantidad de billete según lo que necesite la economía del país. Eso es una chimba para mantener todo a un precio justo y para que la economía crezca, más que todo cuando las cosas están peludas.

2. Se hace fácil y barato: Hacer plata fiat sale más barato que estar sacando monedas de oro o plata.

3. Todo marcha bien en la economía: Si todo sale como debe ser, la plata fiat ayuda a que no haya líos económicos y que los sistemas financieros no se vayan al piso.

Contras:

1. Se puede disparar la inflación: Si se pasan haciendo mucha plata fiat, eso puede bajarle el valor y hacer que todo suba de precio, y eso le pega duro al bolsillo de la gente y a lo que han ahorrado. 

2. No hay nada detrás: Como la plata fiat no está respaldada por algo físico, todo depende de que la gente confíe en el gobierno que la emite. Si la gente pierde esa fe por malas decisiones o problemas políticos, el valor de la plata se puede ir al suelo.

3. Los políticos pueden hacer lo que quieran: Los que mandan y los bancos centrales pueden jugar con la cantidad de plata fiat que hay y eso puede terminar en decisiones que no son las mejores para la economía. 

Comparando con lo de antes

La plata fiat no es como los billetes de antes, como los que estaban basados en el oro, porque no está pegada a algo que uno pueda tocar. Mientras que con el oro había un límite para hacer billete, con la plata fiat hay más juego para adaptarse a cómo va cambiando la economía. Pero ojo, esa libertad también trae el riesgo de que si no se maneja bien, puede acabar en inflación y en que la gente pierda la fe en la moneda.

Las dudas sobre el dinero tradicional suelen girar en torno a su ausencia de soporte tangible y el riesgo de que los mandamases impriman billete tras billete, lo que podría desencadenar una inflación desbordada o peor aún, una hiperinflación. Hay economistas que plantean que este esquema es de por sí tambaleante y que podría venirse abajo si se esfuma la fe en la moneda. La historia nos ha enseñado que el dinero tradicional puede ser frágil ante temblores económicos y líos políticos que minen esa fe.

La aparición de las monedas digitales como opción distinta

Las monedas digitales han brotado como una opción distinta al dinero tradicional, trayendo consigo un sistema autónomo y una cantidad acotada, que en teoría las blinda contra la pérdida de valor por inflación. No obstante, su inestabilidad en precios y la carencia de un uso extendido han frenado su empleo para las transacciones de todos los días. A pesar de ello, las monedas digitales siguen abriéndose paso como bienes de inversión y como salvaguarda de valor, en especial cuando la economía anda en aguas turbias.

La polémica sobre volver a un estándar de oro o bimetal vuelve a la carga de vez en cuando, más que todo en épocas de inflación elevada. Quienes están a favor de estos sistemas sostienen que darían un piso más firme a la moneda, recortando la chance de que los gobiernos inflen el billetaje. Pero los que están en contra apuntan que esos sistemas son rígidos y podrían entorpecer la maniobra de los gobiernos para enfrentar crisis económicas. Además, conseguir la cantidad de oro o plata para respaldar la plata del mundo entero es un reto logístico de no poca monta.

La plata de bolsillo, como le llamamos al dinero que no está amarrado a ningún billete de oro, es la que mueve el comercio entre países. Es la que todos aceptan y se cambia fácil, como cuando cambias cumbia por vallenato. Esa flexibilidad es clave para que los negocios internacionales fluyan como el río Magdalena.

El tumbao de la política monetaria en el vaivén de las tasas de cambio:

La política monetaria, esa que manejan los mandamases de los bancos centrales, pone a bailar las tasas de cambio. Si mueven la tasa de interés o deciden si hay más o menos plata circulando, pueden hacer que nuestra moneda valga más o menos en el mercado. Por ejemplo, si suben los intereses, pueden llegar más inversionistas extranjeros, como abejas al panal, y eso hace que nuestra moneda se ponga más cotizada.

No hay que ir muy lejos para ver cómo a veces la plata de bolsillo nos puede meter en un 8. En el 94, por ejemplo, unas malas jugadas económicas y unos errores de los que manejan la plata en México hicieron que el peso se cayera más rápido que un aguacero en Bogotá. Y ni hablar del 2008, cuando quedó claro que hacer plata sin tener con qué respaldarla es como armar una fiesta sin aguardiente, un riesgo que puede terminar en guayabo económico.